Por Hay Equipo Crónica
Año 2002, año mundialista y en Argentina el olor a esta competición se empieza a sentir a lo largo y ancho del país con meses de anticipación. No era la excepción, pero con un ingrediente amargo para el pueblo, que sufría una crisis económica de las más grande de la historia. Todo costaba el doble, sueldos que no alcanzaban para comer y familias que lograban encontrar un pedacito de felicidad a través de un equipo de fútbol, nuestra selección nacional. El conjunto argentino, a contracara del país, venía en alto nivel y terminaba las eliminatorias primero con amplia diferencia de puntos respecto con el segundo. La ilusión estaba intacta, tanto en los jugadores como en los hinchas.
Se acercaba el momento de dar
la lista de los 23 convocados para ir a Corea-Japón... Si bien la base ya estaba
armada, quedaban algunas piezas sueltas y las decisiones de Marcelo Bielsa
abrían temas de debates. La convocatoria de Caniggia, que tenía 176 minutos en
cuatro años, fue una de las polémicas: el físico le pasó factura y semanas antes del mundial volvió a
lesionarse y con mucho esfuerzo podría llegar al tercer partido. Otro motivo
que causó un gran revuelo fue la no convocatoria de Juan Román Riquelme, para
el entrenador no estaba en el mismo nivel que en el 2000, tanto en lo físico
como en lo futbolístico.
El 2 de junio del 2002, en el
estadio Kashima Soccer Stadium, la selección debutó frente a Nigeria. La
ansiedad y la ilusión consumía a un país. En los papeles era un partido
sencillo. No lo fue, pero de igual modo, Argentina se quedó con el triunfo por 1-0. Fue luego de un tiro de esquina de Juan Sebastián Verón y una aparición en el área de Gabriel Batistuta a los 63’.
Cinco días después era el turno de jugar con Inglaterra, sin duda, el rival de más renombre que tenía el complicado grupo F. Fue un encuentro muy parejo y cerrado. A los 43’, en una jugada aislada, Michael Owen fue derribado por Mauricio Pochettino dentro del área y árbitro Pierluigi Collina sancionó penal, que David Beckham cambió por gol. En el entretiempo ingresó Aimar por Verón, que no tuvo un buen partido. Tiempo después fue cuestionado y puesto en duda su lealtad con la patria, ya que para muchas personas “jugó para atrás” debido que en ese momento jugaba en Manchester United. A fines de 2021, “la Brujita”, en Espn F90, expresó: "Hay cosas personales mías, mismas de fútbol, que yo no hablo. Mi carrera fue de esa forma. Después del 2002 con todo lo qué pasó y se dijo, siempre traté de hacerme cargo de las cosas". Argentina buscó el empate de todas formas y no pudo, generó una derrota muy dura.
El 12 de junio, en Sendai, ante
45 mil espectadores, la Selección jugó con Suecia. Necesitaba vencer para pasar a octavos, sin embargo, Sversoon a los 59’ abrió el marcador
con un gol de tiro libre: ajustó la pelota contra el palo derecho de Cavallero.
El equipo de Bielsa buscó el empate y lo consiguió recién a los 88’ con gol de
Hernán Crespo en el rebote del penal, pero esto no alcanzó y el conjunto nacional se volvió
en primera ronda, causando así una gran turbulencia en Argentina y las críticas
hacía el entrenador no tardaron en llegar. Post eliminación “el Loco” habló con
la prensa y dejó algunas frases como: “Fuimos el mejor equipo del grupo, pero
en el fútbol es una opción que no gane el que mejor juega” y “sinceramente fue un
fracaso”.
No había excusas, sólo un
puñado de lesiones, no había divisiones internas en el plantel, sobradaba el
apoyo popular y la relación con la prensa era cordial. Solo era cuestión de
jugar nada más y nada menos. Y a la hora de jugar, justamente faltó eso: juego.
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