MUNDIAL SUB 20
Por Luis Nallar
Diego Yamil Bonfá es uno de los
jueces asistentes más reconocidos del fútbol argentino. Lleva más de 10 años de carrera, y algunos menos en tierras internacionales. Desde su Isidro Casanova natal, supo pasar por Emiratos Árabes, para dirigir un
Mundial Sub 17, recorrer Latinoamérica de la mano de las Eliminatorias
mundialistas y representar a Argentina en la Copa América de 2011, entre otros
logros profesionales. Ese gran recorrido derivó en su viaje Polonia, donde se encuentra actualmente
impartiendo justicia en el Mundial Sub 20.
-¿Qué te llevó a
incursionar en el mundo del arbitraje?
-Desde muy chico, mientras miraba los partidos con mi abuelo,
siempre observaba a los árbitros y él me contaba qué rol tenían dentro de un
campo de juego. Cuando empecé a jugar me interesaba saber más sobre su labor. A
los doce años tenía un panorama más claro sobre sus funciones y fue en ese
momento donde decidí que quería ser árbitro profesional. El curso lo comencé
con 17 años.
-¿Es un ambiente
cruel? ¿Afectan los insultos?
-Personalmente la crueldad pasa por las injusticias que tiene
esta profesión.
Si bien los insultos se escuchan, uno tiene que estar concentrado al máximo para minimizar el margen de error.
Si bien los insultos se escuchan, uno tiene que estar concentrado al máximo para minimizar el margen de error.
-¿Sentiste miedo en
algún estadio? ¿Cuál es el más hostil para dirigir?
-Miedo, nunca. Los estadios más hostiles para dirigir son
algunos del ascenso, no sólo los alambrados están muy cerca de los asistentes
sino que para llegar y salir de las canchas a veces se complica.
-¿Cómo ves el nivel
actual del arbitraje argentino?
-El arbitraje argentino está bien, sabiendo que siempre hay
puntos a mejorar. Nuestro arbitraje es reconocido mundialmente, lamentablemente
en Argentina no se nos da ese reconocimiento.
-¿Qué explicación le
encontrás a eso? En el mundo, el arbitraje argentino es muy reconocido, y acá…
-La explicación que le encuentro es que en Argentina hay muy
buena materia prima, a esto sumado lo difícil que es dirigir en el fútbol
argentino hacen que en el mundo seamos bien considerados.
Acá no se nos reconoce y creo que tiene que ver con las costumbres de no hacernos cargo de los errores y echarle siempre la culpa a otro. El periodismo también colabora sembrando la polémica constantemente, aún cuando acertamos.
Acá no se nos reconoce y creo que tiene que ver con las costumbres de no hacernos cargo de los errores y echarle siempre la culpa a otro. El periodismo también colabora sembrando la polémica constantemente, aún cuando acertamos.
-Sos un árbitro
internacional, te tocó participar de la última Copa América organizada por
Argentina, en 2011 ¿Cómo fue esa experiencia? ¿Qué recordás?
-Fue una experiencia inolvidable. Solo tenía seis meses de
internacional y cuando me comunicaron la noticia no podía creerlo. Disfruté al
máximo ese torneo.
-Pitana, Loustau y
Rapallini van a la Copa que se jugará este año en Brasil ¿Coincidís en esa
designación? ¿Cómo los ves para representar al país?
-No soy quien para opinar sobre si está bien o mal la
designación. Sí puedo decir que son excelentes profesionales con cualidades
enormes y con una preparación acorde para la magnitud del torneo.
-Estás a punto de
viajar al Mundial Sub 20 que se llevará a cabo en Polonia ¿Es uno de los
desafíos más importantes de tu carrera?
-Lo tomo con la misma responsabilidad y el mismo
profesionalismo que el Mundial de Emiratos Árabes. Me preparé para estar en
óptimas condiciones para afrontar esta copa del mundo de la mejor manera y dar
el cien por ciento de mí en cada entrenamiento y cada partido que me toque
dirigir.
-¿Tenés pendiente
dirigir un mundial de mayores?
-Me gustaría y considero que el camino es seguir trabajando y
mejorando día a día.
-¿Cuál es tu opinión
acerca del VAR? ¿Es viable para el fútbol argentino?
-El fútbol de hoy pide la tecnología y el fútbol argentino no
es la excepción. Todos tenemos que capacitarnos y tener la mente abierta para
tomar el VAR como una herramienta para minimizar los errores.
-¿Sos autocrítico?
¿Te reprochas cosas?
-Soy súper autocrítico aún cuando acierto. A nadie le gusta
tener errores en su trabajo y menos si tiene la exposición que tiene el mío, si
hay errores, el reproche pasa por buscar el motivo por el cual no pude tomar la
decisión correcta.
-Te tocó participar
del primer partido de la promoción Belgrano-River en 2011. ¿Eras consciente
de lo histórico de ese encuentro?
-Por supuesto que era consciente de la trascendencia de tal
encuentro, de la importancia que tenía y de lo que terminó significando en la
historia.
-¿Todavía te
recuerdan la mano de Adalberto Román que le marcaste a Pitana?
-En la calle constantemente, pero siempre con respeto y
hablando en buenos términos. A tal punto que al mes de jugarse ese partido, dos
hinchas me recordaron esa jugada y me preguntaron por qué le había avisado al
árbitro si él no la había visto, nos pusimos a hablar de fútbol y hoy en día
tengo una amistad con ellos.
-Hace un tiempo,
Pezzota, árbitro del partido de vuelta de esa promoción, habló y dijo que
recibió presiones para que River no descienda ¿Te sucedió algo similar?
-Nunca me sucedió algo similar. Ese partido fui a dirigirlo
con total libertad al igual que todos los partidos.
-Si tuvieras que
hacer un TOP 3 de los mejores partidos que arbitraste ¿Cuál sería y por qué?
-Por supuesto todos los partidos son importantes, pero sin
dudas hay partidos que tienen mayor trascendencia que otros. En tercer lugar
elijo la final de la Copa Sudamericana de 2011 entre Liga de Quito y
Universidad de Chile, para mi significó muchísimo porque era mi primer año como
internacional y me dieron la confianza de dirigir una final. En segundo lugar, la súperfinal de Boca y River en Mendoza, la única vez que
se había jugado una final entre estos dos equipos había sido en 1976 y se
volvía a jugar en 2018, por suerte pude estar. Y en primer lugar, sin dudas es el partido entre Uruguay y Brasil por las
eliminatorias para el Mundial 2018, lo disfruté desde el momento que recibí la
designación, dirigir ese partido me llenó de satisfacción.
¿Qué objetivos te
planteás de cara al futuro?
-Mi principal objetivo es mejorar día a día y seguir
aprendiendo. No dejar de ser feliz cuando estoy en un capo de juego. Creo que
esa felicidad es el camino para lograr cosas importantes.
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