Menottismo y Bilardismo: ideas que nos hicieron grandes en el mundo

Por Nicolás Crispo, Camila Giménez y Cristian García y Lucas Ocampo

Han pasado ya casi 40 años de la histórica pelea entre Cesar Luis Menotti y Carlos Salvador Bilardo, que implicó no sólo el enfrentamiento entre los individuos, sino que también se trasladó a la sociedad por la discusión de estilos y de las ideas futbolísticas denominadas con el tiempo "Bilardismo" y "Menottismo".  En el periodismo fue muy notoria esta brecha, muchos periodistas colegas del mismo medio se enemistaron por una orden de enaltecer a uno y defenestrar al otro. 

Hoy por hoy, es una realidad que sigue vigente esta brecha aunque con menor fervor que en sus inicios. Bilardo y Menotti siguen siendo grandes influencias en los técnicos modernos y los toman como referencia y ejemplos, sus ideas siguen puestas en práctica y sobrevivieron al fútbol moderno. La discusión pública sigue estando, ambos como campeones del mundo tienen un gran reconocimiento, la discusión pasó a la forma de jugar y las diferencias de conceptos que tienen el uno con el otro. El periodismo sigue con dicha discusión, pero hoy con intérpretes nuevos y con las versiones modernas tanto de Menotti como de Bilardo.

Siempre tendrán un gran reconocimiento ambos por ser los dos entrenadores campeones del mundo con Argentina, pero realmente la historia de su pelea y los significados de las ideas son desconocidas por las generaciones más jóvenes y este informe les ayudará a entender e interiorizarse más con la más grande brecha en el fútbol argentino que dividió al periodismo y a todo el pueblo futbolero.

Desde el fin de los años 80', época de un Maradona ya campeón, en el país se vivía un momento político estable, a la vez que en el ámbito futbolístico se discutía de los dos pensamientos que lograron dar dos Mundiales a la Argentina, el Menottismo y el Bilardismo.

Tras el decepcionante Mundial de Alemania 1974, Menotti tomó las riendas de la Selección poniendo al frente el campeonato obtenido por Huracán en 1973, el objetivo era llegar bien al Mundial de Argentina 1978, con un proyecto a largo plazo. La principal fuente de inspiración de Menotti para aquel conjunto, estaba inspirada en el equipo de "La Naranja Mecánica" (Holanda subcampeona del mundo de Cruyff) basada en un estilo rompedor, el juego técnico de posesión y estético, apostando por un estilo ofensivo y vistoso, pero el estilo de Menotti se puede retomar a tiempos del fútbol argentino a comienzos y mitades del Siglo XX. 

Carlos Peucelle fue de los primeros en destacar el juego con "La Máquina" de River, pero a la vez en la misma época estuvieron Adolfo Pedernera, quien respetó al hombre antes que el jugador y el desprecio a la trampa y al anti futbol, en Renato Cesarini, uno de los primeros en introducir el concepto del juego claro, Ángel Tulio Zof quien valoró el legado del fútbol y que lo pudo centrar en poder hacer una obra dentro de ella, el “Gitano” Juárez profundizó el conocimiento del juego y al mismo tiempo la deslumbrante claridad de analizar de forma precisa el juego y los jugadores, y por último José Yudica, comprometido con el buen juego donde demostró el ejemplo de rectitud y de honestidad en la profesión.

El estilo que dio Menotti trajo como fruto dos títulos con Argentina, el Mundial del 78 y el Sub 20 de 1979, a pesar de que sus convocatorias eran muy rigurosas y a la vez si lograban una victoria, algunas las considero “vacías”. A pesar de los resultados fallidos en el Mundial de España 82, logró que su idea sea apoyada por la gente.

Tras la salida de Menotti, asume una persona con la que choca completamente con su ideología: Carlos Salvador Bilardo, alguien que supo estar dirigido por Zubeldía. 

 

Campeón con Estudiantes y de pasos en distintos equipos como Huracán con Zubeldía, San Lorenzo y la Selección de Colombia, Bilardo tenía como objetivo el Mundial de 1986 en México. Por su estilo de juego, Bilardo estaba constantemente atacado por la prensa y el periodismo ya que algunos estaban en contra de la forma de juego del "Doctor", ya que priorizaba la táctica, la contención del adversario y, ante todo, la victoria. El cómo (en cuanto a esteticidad con el balón se refiere) pasó a un segundo plano. Para él, el triunfo era lo primordial, con una táctica de dos stoppers y un líbero.

Similar a Menotti, en la lista de convocatoria era estricto y estas listas pasaron a estar repletas de jóvenes que venían despuntando en el campeonato local, caracterizados por ser futbolistas de carácter y hábiles en el contraataque. 

Tras lograr clasificarse al Mundial de manera agónica, consolidó un grupo sólido, cambió de capitán sacando a Passarella y dándole la cinta a Maradona. De esta forma obtuvo el Mundial del 86, que aún sigue siendo recordado por muchos como el mejor Mundial, dirigió una vez más en Italia 90 y se retiró como técnico de la Selección tras quedar subcampeón.

Guillermo Tagliaferri, periodista que en la época de Bilardo como técnico de la selección trabajaba en el Diario Clarín, y a Vicente Muglia, periodista con inclinaciones en el pensamiento Menottista. 

Muglia: "Ambos merecen el mismo reconocimiento. Con sus ideas, cada uno alcanzó el éxito mayor con la Selección Argentina. El máximo objetivo que puede lograr un entrenador, ser campeón del mundo con la selección de su país, fue cumplido por ambos. Después, hay cuestiones de gusto. Pero la realidad es que los dos merecen un gran reconocimiento por el aporte realizado"

Tagliaferri: "Los dos son muy valiosos. Ambos son campeones del mundo, no le quito méritos a ningunoni resaltó a uno o al otro. Es como cuando se compara a Messi con Diego, hay que disfrutar a los dos y son igual de valiosos"

No se trata de un debate entre hinchadas, ni de la pelea entre dos clubes rivales. Ambos fueron los dos únicos técnicos que han conseguido ganar un mundial con Argentina.

Muglia: "Así como hoy se habla de la grieta para referirse a la división que se produce en la política argentina, ese término bien podría haberse utilizado en aquella década del 80 cuando explotaron las diferencias entre Menotti y Bilardo. La división separó al periodismo deportivo y también a los hinchas. A tal punto que muchos tomaron partido para un lado y para el otro. Creo que esa antinomia fue de las más fuertes que vivió el deporte argentino en su historia"

"Esa brecha tuvo mucha influencia en el periodismo y fue algo negativo. Los medios tomaron partido, adoptaron (muchos de ellos) posturas fundamentalistas, extremistas y en lugar de utilizarse esa antinomia para un debate de ideas enriquecedor y superador se tomó como algo personal con chicanas y agresiones mutuas"

Tagliaferri: "Fue muy grande la discusión, la famosa grieta que se genera en todos los temas no fue la excepción. El envión lo empezó Menotti y Lorenzo. Menotti identificado con el juego más lindo y Lorenzo más especulativo y defensivo. Y ya después con Bilardo se hizo más fuerte."

"Tuvo bastante influencia. Estaban los medios Menottistas y los Bilardistas, que en vez de ser objetivos y remarcar tanto lo bueno como lo malo, sin importar quien sea, se tomó partido. Se exageró todo, haciéndolo todo muy personal y hasta un periodismo militante."

Aunque parezca increíble, hubo reuniones entre ambos. La primera había sido el 29 octubre de 1976, donde hablaron de líberos, stoppers, volantes con llegada, wines y marcadores de punta.

El ideólogo de la reunión fue Roberto Marcos Saporiti, amigo entrañable de Bilardo. A Saporiti le daba vueltas por la cabeza la posibilidad de juntar al "Flaco" y al "Narigón". Sabía que se conocían, que se habían enfrentado como jugadores y como entrenadores y que se respetaban aunque pensaran diferente en lo que respecta al fútbol. Conociendo el escaso afecto que tenía Menotti a ese tipo de salidas, lo encaró primero a él: “Dale, cuando quieras”, le respondió. “El viernes en mi casa, pero con las mujeres, ¿eh?”, replicó el Sapo, como lo conoce el mundo futbolero. Invitar a la otra parte era más fácil porque eran como hermanos en ese momento y por eso tenía una gran confianza con el matrimonio Bilardo. Supuestamente esa enconada rivalidad surgió cuando ambos mantuvieron una reunión al poco de producirse dicho cambio en la Selección.

 

Si bien nunca habían sido amigos, el trato entre ellos era cordial, aunque no exenta de controversia como cuando Menotti declaró: “El Estudiantes que dirigió Zubeldía retrasó la evolución del fútbol argentino por lo menos en diez años”.

Bilardo fue el jugador principal de aquel Estudiantes, por lo que se convirtió en el heredero natural de aquella idea de fútbol. Estas declaraciones fueron recibidas con amargura por parte de Carlos, que interpretó que Menotti consideraba que su estilo gozaba de cierta superioridad moral sobre el resto.

Un amigo en común logró reunirlos una vez más ese mismo año con muy buen resultado. Cenaron en Barcelona cuando el “Flaco” dirigía al Barcelona.

Supuestamente aquella reunión giró en torno a jugadores convocados y se acordó mantener en secreto las opiniones discordantes entre ambos con el fin de guardar el buen ambiente de la Selección. Al parecer Menotti no respetó aquel pacto entre caballeros y acabó filtrando parte de aquella conversación a la prensa, mostrando su descontento al ver que Bilardo no seguía sus recomendaciones. Menotti, ya enojado con su sucesor y enterado de que en la prensa se hablaba con precisión y detalles de lo que habían charlado cara a cara, explotó y con su voz de trueno dejó una de las primeras frases en contra de Bilardo: “Este tipo es muy gracioso. Viene a Barcelona, me tiene dos horas hablando, me pregunta veinte mil cosas, le contesto todo con la mejor buena voluntad y después hace todo lo contrario”. Así comenzó el enfrentamiento. El “Doctor” se sintió traicionado y comenzó así una guerra de declaraciones a través de los medios de comunicación.

 

Los puntos de fricción fueron muchos y no están del todo claros. Ambos coincidieron en que Tarantini no debía seguir jugando o al menos no como lateral derecho. Inicialmente el cambio de estilo fue cuestionado por muchos. Los resultados no le acompañaban y no transmitía ninguna sensación de seguridad. 

El Menottismo y el Bilardismo han ido perdurando durante el tiempo, mismo han mutado y/o evolucionando en varios aspectos ya que el fútbol cambió y pasó a ser como lo conocemos normalmente. Hoy es un juego mucho más dinámico, con jugadores más atléticos, los campos de juego mejoraron muchísimo, pero lo que no cambió es el choque de ideas que siempre será reconocido como Bilardismo contra Menottismo.

Hoy el juego de posesión y tenencia del balón, más implementado por la idea Menottista, se aprecia con mayor frecuencia en varios equipos del fútbol argentino, el claro ejemplo es River, pero hay otros ejemplos como Lanús, Vélez y Defensa y Justicia, todos tienen igualmente aspectos o conceptos del Bilardismo con respecto a lo defensivo en la toma de marcas individuales o de estrategias para defender. Ahora, al hablar de la idea Bilardista, que propone un juego mucho más directo con ataques rápidos, a raíz de la recuperación más en campo propio, también tomó conceptos del Menottismo y se notan a la hora del saque de arco donde los defensores se ubican para salir jugando por abajo.

Para las nuevas generaciones, que posiblemente no lograron apreciar la diferencias de estilos, la versión moderna de estos modos de juegos son Simeone y Gallardo. Todos conocemos las grandes capacidades de ambos y de sus grandes logros en la profesión, pero analizando las propuestas que presenta cada uno de ellos es diferente aunque con conceptos encontrados en ambas, algo que claramente no se podía encontrar en los pensamientos de Cesar Luis Menotti y Carlos Salvador Bilardo. Al que se lo puede aparentar con la propuesta del juego vistoso, con la intensión de la posesión del balón superior a la del rival es a Marcelo Gallardo, a quien hemos visto ya con regularidad hace siete años con River un nivel y una forma de jugar con gusto para ver para cualquier neutral, como anteriormente dicho con la evolución del juego la forma de defenderse es más conjunta, una idea tanto para defender como para atacar y en este caso en ambas hay muchísima intensidad con recuperaciones rápidas para conseguir mucho más tiempo la pelota. Simeone tiene muchas más similitudes a la idea de Bilardo que la del “Muñeco” a la de Menotti, incluso hasta en la personalidad y en la forma de pensar se los ha comparado y coinciden bastante. La idea del “Cholo” se basa más en la estrategia de cómo frenar el ataque del rival y a partir de ahí contraatacar con mucha velocidad y ser muy efectivos.

Tagliaferri: "No hay una brecha actual en ese estilo, el futbolero acepta un poco de ambos lados, pero hoy no hay una discusión que enfrente a alguien como a ellos."

Muglia: "No me parece que la brecha moderna sería Simeone - Gallardo. En cuanto a ideas y estilos, ambos no se parecen pero tampoco son tan diferentes como eran Bilardo y Menotti."

El fútbol podrá evolucionar y cambiar conceptos, nombrar distinto a las posiciones, se podrá atacar más o menos, se podrá defender muy adelante o muy atrás, pero en nuestro fútbol jamás se erradicaran y siempre perdurarán dos grandes estilos, con lo que afortunadamente nos llevaron a la gloria eterna con la obtención de 2 copas del mundo. Este fue un humilde homenaje sin poner en tela de juicio ninguno, ni enaltecer a uno por sobre el otro, es para reconocer a extraordinarias personalidades como lo fueron, lo son y lo serán Carlos Salvador Bilardo y Cesar Luis Menotti, para explicar a las nuevas generaciones lo que significa tanto Menottismo como Bilardismo, la historia de la pelea entre ambos y la explicación y la comparación con el presente.

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