AMORES COMO EL NUESTRO, QUEDAN YA MUY POCOS

Por Javier Felice

Algunos dicen que la distancia mata al amor, pero quedo demostrado que no es cierta esa frase, dos años si poder asistir a la Fortaleza, para ir a ver a Lanús, multiplicó el amor de este hermoso grupo muchachos granates que forman parte de “La banda del velador".

El “Uru", uno de los pioneros,  comentó cómo fue el nacimiento de este grupo, corría el 2016, año que salió campeón el Granate. Ese día enfrentaba a su clásico rival, Banfield, y la muchachada se reunía el camping del polideportivo, para comer un asado. Decidieron unir las mesas y empezar a seguir a Lanús todos juntos desde ese momento, arrancaron cinco, pero se fueron sumando y hoy son más de treinta.

Al consultarle qué vivieron al volver a la cancha después de la pandemia, dijo que ese día se jugaba a las nueve de la noche, pero la ansiedad los llevó a juntarse casi seis horas antes y arrancar con el asado previo, también con la picada infaltable y por supuestos las anécdotas que nunca faltan sobre viajes o partidos inolvidables de su amor, el denominado “Club de barrio más grande del mundo" el Club Atlético Lanús.

Esa noche el equipo comandado por Luis Zubeldia , hijo prodigo de la casa, recibía a las 21 a Central Córdoba. La verdad, eso poco importaba, cuál era el rival, todos las energías estaban puestas en volver a ver y alentar al Granate. Como les pasaba a los integrantes de la Banda del Velador, quince mil almas estaban ansiosas, por la vuelta a La Fortaleza. La mítica Avenida 9 de Julio se empezó a vestir de granate nuevamente, en la plaza “Sarmiento” el humo de los choripanes se empezaba a sentir fuerte y el grito de “Soy Granate “se escuchaba en las cercanías del cruce de Cabrero y Guidi”.

Esa noche me tocó ser el chofer María y Valentina , madre e hija que comparten la misma pasión por Lanús. Cuando subieron a la camioneta para empezar el viaje hacia el estadio, se les notaba en sus ojos ese brillo , que delataba su alegría por regresar tras casi dos años , a ver al grana , ambas vestidas con su infaltable camiseta Granate con el número 9 del “Pepe” Sand estampado en la espalda, entrar a la cancha no fue fácil, las autoridades pedían permisos ya que se tenía que respetar el aforo del 50 por ciento en el estadio y eso le agrego más ansiedad a la cuestión, pero fueron solo 10 minutos, al menos para mí, pero por los gestos nerviosos de ellas, fue mucho más el  tiempo transcurrido .

Llegamos al fin a la puerta de entrada. La presentación de los carnet de socios correspondientes y subir esos tres pisos hasta el sector en donde miraríamos el partido. Abrir la puerta y allí estaba ella: La Fortaleza en todo su esplendor; las luces, el verde césped, la gente en la tribunas y las banderas en los alambrados, a María se le llenaron los ojos de lágrimas, Valentina los suyos mucho más grande que dos luceros, el reencuentro de había producido, la larga espera había terminado , ahora era el turno de poner en marcha las cuerdas vocales y que arranque el "Olé, olé, olé/ olé olé olé olá.../ cada día te quiero más/ yo soy granate/ es un sentimiento, no puedo parar...".

EL REGRESO DE LA VIEJA NORMALIDAD

Habían pasado el partido  contra Central Córdoba , en donde la emoción del reencuentro invadió a todos los hinchas , hasta aquellos que son críticos el juego del equipo bajo el mando de Zubeldia , llegaba el partido contra otro encumbrado en la tabla , el equipo de Talleres de Córdoba , se enfrentaban el segundo y el tercero del torneo , dos equipos que sueñan con alcanzar Al puntero River ,las tribunas del estadio Ciudad de Lanús Néstor Díaz Pérez se empezaron a cubrir respetando el aforo del 50% permitido para los espectáculos deportivos .

“Esta tarde cueste lo que cueste, esta tarde tenemos que ganar “fue la primera canción que se escuchó desde las tribunas, dejando claro que el triunfo era lo esperado por los hinchas.

Salen los equipos a la cancha y el “ soy granate , soy granate soy , granate yo soy “ le demuestra el apoyo a sus jugadores ,de  las casi 20 mil almas que llegaron a La Fortaleza , suena el silbato, que da inicio al encuentro , a los 2 minutos penal para la visita, que transforma en gol su número 9 , baldazo de agua fría , Zubeldia recorre nervioso el famoso corralito, que limita su zona de acción en el banco de suplente  y se escuchan los primeros murmullos de la impiadosa platea central granate , 10 minutos después, llega  segundo golpe de los cordobeses , con el 2 a 0  aquellos murmullos, se le suman algunos insultos hacia la figura del dt , pero la cosa no quedaría ahí , un nuevo penal para Talleres dejaría atónito a todo el estadio y al borde del sincope Zubeldia , 3 a 0 en 25 minutos , algo que ni el más pesimista de los espectadores podía imaginar , “ Pone  a los pibes la pu.. que te pario “fue el mensaje que le envió el público a su dt, este entendió y realiza dos cambios a los 30 minutos del primer tiempo, algo que sin dudas se produjo por el grito de la hinchada y fue una manera de barajar de nuevo, para ver si se podía evitar una goleada histórica.

Volvió el público a la cancha, en todo su esplendor, paso a ser nuevamente un factor más del juego con su aliento y también con sus reproches, los cambios surtieron su efecto, llego el descuento, del granate con un gol de su nueva joya, el correntino López y se van al descanso con un 3 a 1 abajo, la gente despide con aplausos al equipo y con reproches a su DT, dejando claro quién era el responsable de la derrota parcial para ellos.

"Este partido no lo perdemos acordarte, lo que te digo, este partido lo damos vuelta, como que me llamo José", me dice un socio vitalicio, sentado en su platea que ocupa ya hace 30 años consecutivos, sus palabras me dejaron un poco más tranquilo.

Regresaron los protagonistas para jugar el segundo tiempo , la luz del día se estaba yendo , se encendieron las luces del estadio , la gente regreso a sus lugares para seguir alentando , gol de Lanús , nuevamente López , con el 3 a 2 , la gente se enloquece , renace la esperanza , de torcer la historia , el DT visitante , le grita sus dirigidos que parecieron sentir el impacto de ver reducida su ventaja a tan solo un gol , el público entendió que tenía  que gritar más fuerte , para ser protagonistas , para que sus jugadores sintieran  que están con ellos , y todo este combo tiene su efecto faltando 5 minutos para el final , el Pepe Sand desato la locura en todo el estadio cuando con su gol puso el 3 a 3 en el marcador .

Termino el partido , los insultos de transforman en aplausos , lo miro a José y me dice – “ si el árbitro adicionaba tres minutos más lo ganábamos “ , y tal vez tenga razón , pero ya el resultado está sellado , repartieron puntos , en uno de los partidos más emocionantes de este campeonato , llega la hora de volver a casa , arranca el partido de los vendedores de choripanes , que a esta altura del día , seguramente van a ganar por goleada , por la largas filas que se forman para degustar ese manjar de los dioses , que se disfruta más cuando tu equipo gana o al menos no pierde , la normalidad está volviendo a los partidos de futbol y eso merece un festejo , sin duda alguna .

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