ADRIANA SALGUEIRO: "ME SIENTO UNA PERSONA EXITOSA"

 Por Nicolás Crispo

Hablar de Adriana Salgueiro y su carrera son palabras mayores. No sólo porque lleva 48 años en el mundo del espectáculo, sino porque es de los pocos casos que tuvo lugar en cada sector dentro del mismo: cine, teatro, televisión y radio. La gente y los periodistas le dieron su merecido lugar dentro de las artistas más importantes. Hablamos de sus inicios, cómo fue llevar el éxito a una edad temprana, anécdotas, su recuerdo con Ricardo Fort y su presente.

-¿Cómo fue tu paso por Miss Argentina y Miss Mundo? ¿Qué fue lo que más te marcó de esa etapa?

-Mi paso por Miss Mundo, como consecuencia de haber salido ganadora de Miss Argentina, lo tomé como un juego, no tomé conciencia de lo que era. Era una cosa entretenida, me parecía divertido, nada más lejano que una cuestión de ego. Miss Mundo era otra cosa, porque más allá del envase, lo que importaba era el contenido, y siempre digo que por la educación que tuve no la pasé mal. Pero bueno, fue una experiencia maravillosa, la cual me alegro no haber ganado porque el premio era quedarse un año en Inglaterra cumpliendo las tareas de una reina y yo no estaba preparada para eso.

-Al año de empezar en la tele, tuviste dos participaciones en el cine. ¿Cómo te tomaste esa situación con 21 años?

-Lo iba tomando como logros y consecuencias de trabajos anteriores, lo disfrutaba.

-Estuviste en televisión, cine, teatro y radio. ¿En cuál te costó más adaptarte y en cuál disfrutaste más?

-Lo que más disfruté y disfruto es la televisión, me siento como un pez en el agua. El teatro me parece fabuloso. Es muy difícil elegir, siempre digo que es como elegir entre mamá y papá. En el cine es fabuloso crecer y hacer otras cosas. La radio es un medio mágico, el cual vengo haciendo todos los días y hace mucho tiempo que lo hago, aunque la gente no lo sepa. En todas me sentí muy cómoda. Adaptarme, en realidad, no me costó ninguno. Como yo voy con la corriente, trato de disfrutar y absorber aprendizaje permanentemente.

-Sin entrar en polémica, ¿cómo fue trabajar con Porcel?

-Para mí fue fantástico, no tuve ningún problema, teníamos lindas charlas mientras estábamos en la espera. Esto fue en cine, no sé cómo habrá sido la experiencia en televisión y las experiencias que tuvieron otras personas, pero desde mi lugar lo único que puedo decir son cosas buenas, conmigo fue fantástico.

-¿Sentís que formas parte de la historia grande del país con tu labor en cada sector?

-Sí, claro. No me cabe ninguna duda. Es más, hay un libro del cine argentino, que ya tiene sus años, donde hay fotos mías y creo que en una década tuve un momento glorioso, en otras más bajo. Pero el hecho de saber que hace 48 años que trabajo en los medios y vivir de este medio, y que la gente todavía me conozca, creo que sigo siendo parte de la historia del país.

-¿Qué es lo que más extrañás de Ricardo Fort? ¿Tenés contacto con Marta y Felipe?

-Ah..., Ricardo. Era una persona muy especial, sobre todo conmigo. Yo lo quise y lo quiero mucho, y lo extraño mucho. No tengo ningún tipo de contacto con los chicos, porque una vez que él se fue de este plano, para su familia y su entorno no era una persona muy bien recibida, y por ese motivo me alejé. Están muy bien cuidados y es un placer verlos crecer desde la distancia.

-¿Cuáles son tus siguientes proyectos a corto plazo?

-Seguir con el teatro, estoy haciendo “La chica del sombrero rosa” en el Teatro La Casona, de jueves a domingo a las 20, con Maria Rosa Fugazot, Zulma Faiad, Alberto Martin, Matías Santoianni y Kitty Locane, producido por Aldo Funes y seguir con la radio, por supuesto, en la 990 con Matías Alé, que se llama “Espléndidos e infidentes”. Trato de no proyectar tanto, porque en las circunstancias que vivimos hay que ir día a día.

-Para finalizar, ¿te quedó algún sueño pendiente en tu carrera?

-No me quedó ninguno, porque la verdad todo lo que quise lo fui logrando. Para el afuera parece que quedó pendiente el hecho de no haber participado en un clásico, pero no fue algo que me interesó. Si me lo ofrecen lo hago, porque me encantan los desafíos pero a mí, particularmente, no me quedó ninguno por cumplir. Lo único que pido es poder seguir como hasta ahora, me creo una persona muy exitosa. El éxito no pasa por no poder caminar tranquila por la calle porque la gente te conoce, sino por la continuidad del trabajo a través del tiempo, junto con el cariño de la gente.

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