Por Leonel Promenzio
A todo aquel que le guste el deporte motor, sabe que Ferrari
históricamente lidera en la “máxima” por más de que su último título haya sido
en el 2008. Después de poco más de 70 años compitiendo, la marca se encuentra
en un ambiente en el que nunca pensó estar. No solo que no gana el Campeonato
de Constructores hace casi 12 años, sino que su último piloto campeón fue Kimi
Räikokönen en el 2007, y tras dos hegemonías -Red Bull primero y desde el 2014
Mercedes-, la “Scuderia” no logra tener un auto con nivel de campeón.
El pasado 13 de septiembre, en el Gran Premio Della Toscana, la
Scuderia Ferrari cumplió 1.000 GP’s en la Formula 1 desde su inicio en la
competición en aquel GP de Mónaco de 1950. La SF1000 fue pintada de un rojo
similar al usado por la marca italiana en su debut. Por lo visto, como viene
siendo costumbre en los últimos años, Ferrari no estuvo a la altura de tal logro,
pero no por la labor de sus pilotos, Sebastian Vettel (10º) y Charles Leclerc
(8º), sino porque para este año tiene el séptimo chasis más lento de la
categoría, solo por delante de Hass (que usa motorización italiana), Alfa Romeo
(ídem Hass) y de la histórica Williams.
Sumado a esto, en el 2019 hubo algunos chispazos entre los
directivos del equipo italiano y Vettel. El piloto alemán pretendía un mejor
auto para aspirar a mejores resultados, pero su pedido fue negado porque la escudería
consideraba que Leclerc, reciente incorporación, era un piloto más rendidor y
agresivo en pista, por lo cual las mejores piezas y el mejor auto siempre
fueron para el monegasco. A razón de esto, el clima entre Vettel y Ferrari fue
empeorando a tal grado que decidió no renovarle el contrato al tetracampeón de
F1 y en mayo de este año (2020) anunció que Carlos Sainz Jr. ocupará el asiento
del segundo auto del equipo.
Lejos quedaron los tiempos en los que el “Cavallino Rampante”
peleaba títulos no solo gracias a quien estaba detrás del volante, sino que
verdaderamente eran “máquinas de velocidad” (228 poles logradas). Lejos
quedaron los tiempos en que los pilotos querían ser elegidos por la escudería
de Maranello. Lejos están las épocas de los títulos mundiales de Juan Manuel
Fangio, Niki Lauda, Alain Prost, Nigel Mansell, Gilles Villeneuve y Michael
Schumacher. Lejos quedaron las esperanzas de los “Tifosi”, quienes esperan que
este mal pasar termine pronto. Lejos quedó la competitividad.
Comentarios
Publicar un comentario