100 AÑOS DE LA RADIO: EL TURCO WEHBE SE LLEVÓ SU RELATO AL CIELO
En un 2020 para el
olvido, el 13 de agosto nos dejó el reconocido e histórico relator deportivo riocuartense
Osvaldo “El Turco” Wehbe.
Pese a haberse
recibido de abogado penalista, la pasión por el fútbol y por el periodismo del
cordobés pudieron más que los casos judiciales. Desde chico jugaba a ser
relator. A los 6 años se encerraba en el lavadero de su casa y ponía 22
soldaditos de plomo, 11 de cada lado y una piedrita que era la pelota del
partido. A la hora de la siesta jugaba y a los gritos relataba ese encuentro
con sus juguetes. “No dejaba dormir a los vecinos. Ahora cuando yo me quejo
de las motos es un castigo divino, por aquellas siestas de relatos”,
confesó Wehbe en una entrevista. El relatar estuvo en sus venas. “Fue como
andar en bici”, sentenció.
Su carrera como
relator deportivo comenzaba hace 41 años. Sin embargo, a sus 22 “quería ser
comentarista como Horacio García Blanco”. Pero en Radio Rivadavia no había
relatores, el Turco se animó y transmitió el partido de Boca y Peñarol por Copa
Libertadores. Lo único que él no quería, era imitar o escucharse igual que a
José María Muñoz. Quería imponer su estilo.
Osvaldo, corpulento
y medio pelado, con su voz particular y majestuosa llegó a ser un hombre muy
admirado y respetado por sus colegas. También por los fanáticos del fútbol.
También trabajó con dos relatores muy distinguidos en el mundo deportivo y
radial: el Gordo Muñoz y Víctor Hugo Morales. Sin embargo, Wehbe comenzó de muy
abajo. Sacrificio y pasión serían las palabras justas para calificarlo. Viajaba
de una punta hacia la otra para hacer lo que más disfrutaba: darle voz a los
partidos, primero del Regional para LV16 Río Cuarto. “Íbamos en una Renoleta.
Hacíamos 800 o 900 kilómetros con el locutor, el comentarista y el técnico,
manejando toda la noche”, comentó hace 6 años para El Gráfico. Luego
trabajó en LV2 de Córdoba, en Radio Rivadavia y en Continental, hasta que se
hizo cargo de las transmisiones de Cadena 3, la radio de Córdoba. Los últimos
tiempos, algo cansado de los viajes y los traslados por todo el país, narró
fútbol desde la plataforma Grupo Maradó.
A sus 63 años, tras
haber sufrido un accidente cerebrovascular, falleció El Turco Wehbe, y su
colega (también cordobés), Carlos “El Bocha” Houriet, lo despidió leyendo el
poema de “Gente Necesaria” de Hamlet Lima Quintana y Enrique Llopis, que según
él “lo pinta de cuerpo entero”…
Hay gente que con solo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales,
que con sólo sonreír entre los ojos
nos invita a viajar por otras zonas,
nos hace recorrer toda la magia.
Hay gente, que con solo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca las guirnaldas.
Que con solo empuñar una guitarra
hace una sinfonía de entrecasa.
Hay gente que con solo abrir la boca
llega hasta todos los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar el vino en las tinajas
y se queda después, como si nada.
Y uno se va de novio con la vida
desterrando una muerte solitaria,
pues sabe, que a la vuelta de la esquina,
hay gente que es así, tan necesaria.
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