Por Luis Alberto Cuevas
El
presidente Alberto Fernández habló anoche al país desde la residencia
presidencial de Olivos junto al Gobernador de la Provincia de Buenos Aires,
Axel Kicillof, al Jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, y
parte del equipo de asesores epidemiólogos (todos sin barbijos).
El Jefe de
Estado comenzó agradeciendo a los ciudadanos por el maravilloso comportamiento.
Anunció que la nueva fase de la cuarentena estará centralizada en el Área
Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
El combate estará focalizado en la región
más densamente poblada del país. Mostró estadísticas contundentes: el promedio
nacional de duplicación de casos de COVID-19 es de 25 días, mientras que en el
AMBA esa tasa era hasta ayer de 18 días. Sumó así otro dato clave para entender
por qué no entrará en la etapa 4, como el resto del país, continuará en la fase
3 de la cuarentena hasta el 24 de mayo.
“La Argentina sigue el proceso como
lo esperamos. Se ralentizó la cantidad de casos, las cosas están ocurriendo
como lo planeamos. Hemos sido muy estrictos en este tiempo. Estamos
logrando los objetivos, pero no ganamos la batalla", destacó el
Presidente.
Más allá de
la cuestión sanitaria, el primer mandatario apeló a un claro mensaje político,
al expresar: “No me van a torcer el
brazo, quienes pretenden anteponer la economía sobre la salud”, y añadió: “Lo mejor que le pasó a Argentina es tener a
Ginés como Ministro”. Finalmente, cuando lo consultaron si se había
sometido a algún testeo respondió: “Yo
estoy espléndido, no me sometí a ningún testeo, le agradezco que se preocupe
por mi salud”.
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