EL COLISEO VOLVIÓ A RUGIR CON LA FÓRMULA 1


Por Hernán Feijoo

El mundo vive agitado los primeros meses de aquel inolvidable 1995. Un terremoto en Kobe mata a más de 6.400 personas, Argentina vuelve a llegar a la final de la Copa Confederaciones, pero la Dinamarca campeona de Europa dos años antes la derrota 2 a 0. Bosnia y Herzegovina viven un periodo de paz que no durará mucho, mientras la ONU se va de Somalía. En un accidente o atentado en San Nicolás, según la versión que se miren, se matan en un helicóptero, Carlos Menem Jr. y Silvio Oltra, cuando se dirigían a Rosario para probar el auto de TC 2000 con el que el primero iba a debutar en Rosario. Su padre, el entonces presidente de la Nación, Carlos Saúl Menem, sería reelecto con amplia mayoría en mayo de ese año. El mes de marzo termina con el asesinato de la reina del “Tex-Mex”, Selena Quintanilla Pérez, a manos de su presidenta del club de Fans, Yolanda Zaldívar.
El "Lole" como siempre lo quisimos ver; arriba de la Ferrari.
Días antes que el Sub 20 en Qatar se robe la mirada de todos y los pibes de Pekerman cambien para siempre la historia del fútbol juvenil en Argentina, otro hecho de relevancia sucede en nuestro país. Del 7 al 9 de abril de 1995, se produce el ansiado regreso de la Fórmula 1 a la Argentina, tras 14 años de ausencia, cuando Nelson Piquet con Brabham se había impuesto sobre Carlos Alberto Reutemann con Williams, en el inicio de un año inolvidable para el santafesino. Una proeza posible en el favorable contexto económico de esos años y los costos, que si bien eran importantes, no eran tan difíciles de lograr para una economía que vivía la ilusión de la paridad peso-dólar. “Los casi 60 mil que presenciaron el espectáculo en el Autódromo guardan en sus retinas y en su memoria la experiencia de haber vivido una fiesta. Esta vez no hubo un piloto argentino en carrera y además había en pista un solo campeón mundial. Tampoco estaban Senna, ni Prost. Pero eso, al final, no lo era todo... Volvió el espectáculo que año a año estaba con nosotros, y lo importante es que nadie se fue defraudado”, comenta Victor Pérez Seara para Revista Corsa.
Alesi, Hill y Schumacher en el podio, luego de haber brindado un buen espectáculo. Recibieron los premios de Zulemita Menem, Carlos Reutemann (ambos en la foto) y César Carman
A su vez, el periodista Andrés Galasso, de Campeones, cuenta para HAY EQUIPO un recuerdo de aquel significativo momento. "Imborrable fue la exhibición que brindó Reutemann con piso mojado, porque hasta ahí llovía mucho. Viernes y sábado lo hizo, con la Ferrari. El delirio y la admiración de la gente es uno de los reflejos más inolvidables que uno cuenta. Y ahí tuvimos la ocasión, cuando se iba bajando la persiana del box y con Eduardo Bouvier, por aquel momento presidente de la Fórmula Renault y que era uno de los comisarios de boxes, ayudándonos para pasar por debajo de la persiana que se iba bajando y tener el testimonio del Lole, ni bien se bajaba de la Ferrari, en ese momento de la transmisión que hizo Campeones para Radio El Mundo”, señala y continúa: Al estar hablando con el “el Suizo”, un ex piloto de Turismo Nacional que hablaba muy bien el alemán, le pregunté: ‘Si llega a aparecer Schumacher, ¿no lo parás y le decís que estamos en una transmisión como las que vos conocés y le podés explicar...?’. Y enseguida se abre una puerta y aparece Schumacher y él en perfecto alemán le dice ‘Michael’ y casi que clavó las zapatillas contra el asfalto. Le explicó muy amablemente que no podía apartarse del protocolo y dar entrevistas particulares, cosa que si hacía Jean Alesi, parándose en medio del patio de boxes y rodeado de una decena de colegas, para sí de esa manera poder hablar con la prensa y apartarse de las conferencias formales”. Además agregó que otro que también tenía la gentileza de dar notas fuera de las conferencias era Heinz Harald Frentzen, quien hablaba fluido español, ya que su madre era uruguaya.
Gerhard Berger se mostraba bastante disconforme con el dibujo del circuito que producto de las nuevas normas de seguridad de la FIA, utilizo el nuevo circuito 6, que unía al 8 y el 9, pero con una “S” más lenta que la original.
“Es algo muy difícil... Por un lado se está buscando mejorar este aspecto, y si tenemos circuitos veloces con curvas rápidas, se necesita disponer de una gran área de escape para que haya seguridad. Esto cuesta un montón de dinero y requiere muchísimo espacio, pero igualmente hacen los circuitos más y más trabados... Debemos ser cuidadosos con esto y no hacer que sean todos circuitos ‘Mickey Mouse’”, acotó en relación a la tendencia que se impuso en aquellos años, ante la premisa de la seguridad de los circuitos y reducir las velocidades de los monoplazas. El recuerdo de Imola 94 y las muertes de Ronald Ratzenberger y Ayrton Senna aun estaban muy presentes.
David Coulthard con Williams tomó la vanguardia tras la pole lograda el Sábado, pero un múltiple accidente obliga a parar la carrera en el giro inicial, donde Alesi, Badoer, Panis y Salo salen afectados. El primero sin embargo logra formar parte de la segunda largada. En esta nuevamente un incidente deja fuera de carrera a Mika Hakkinen e Eddie Irvine. El poleman, Hill y Schumacher se llevan la atención en las primeras vueltas, pero un error del escocés en el giro cinco le costara la punta. Esto lo aprovechan ambos, que se escapan y luchan por la punta. Coulthard abandona en la vuelta 16 por problemas eléctricos.
Alesi comienza a recuperar terreno y logra en la primera detención ponerse por delante de Schumacher y detrás del puntero Hill. El francés comenzará a recortar diferencias, pero el piloto de Williams dominó con autoridad en la segunda mitad de la carrera. En el giro 34 ya le saca más de 10 segundos a su escolta y 40 a Schumacher. El de Ferrari no se rinde y logra recortar más de la mitad, pero una nueva parada en boxes lo obliga a detenerse y respira el puntero.
El final no muestra mayores problemas a Damon Hill, que gana con su Williams, escoltado por Jean Alesi con la Ferrari y por Michael Schumacher con el Benetton. Son los únicos que terminan con el total de las 72 vueltas.  Herbert, compañero del vigente campeón mundial, acaba cuarto a una vuelta, Frentzen y Berger, con Sauber y Ferrari respectivamente, completan los que suman puntos a dos giros.
El podio marcó el broche de oro de la fiesta, tras 14 años el mundial volvió a la argentina, sin pilotos locales, pero con el mismo entusiasmo de cada una de sus visitas. El coliseo volvió a rugir con los titanes de 1000hp y la fiesta en el Gálvez fue total.


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