Por Nicolás Reigner
En su visita al Instituto Crónica, el redactor de Diario Olé, Silvio Favale, presentó su primer libro llamado “Corta la bocha”. “El libro contiene cuentos cortos y en todos está presente la pelota aunque no siempre es protagonista”, expresó el autor sobre el nombre de su obra, ante la atenta mirada de los estudiantes.
Con el transcurso de la presentación el periodista se mostró distendido y con la energía propia de un autor que desea dar a conocer su obra. “Me gusta asistir a este tipo de presentaciones para decir que no es necesario que venga una editorial grande para escribir un libro, si nos proponemos llevar adelante nuestras ideas las podemos cumplir”, manifestó.
A pesar de estar satisfecho con su obra literaria, Silvio nunca tuvo como objetivo publicar un libro. Siempre que viajaba, él tenía como pasatiempo escribir cuentos y en un momento se dio cuenta que había sumado muchos y decidió "armar algo" con esos escritos para poder compartirlos. “La literatura es compartir”, aseguró.
El armado no fue fácil. “El libro lo hice a pulmón. No tiene una editorial atrás que me haya contratado. El editor lo tuve que buscar yo, hasta las fotos que aparecen adentro y la portada fueron tomadas por mí”, reveló. En su afán por seleccionar los cuentos que iban a ser parte del mismo encontró una complicación. “Me costó muchísimo dejar fuera algunas historias, sentía que las parí yo”, señaló. Igualmente para la alegría de sus lectores, el autor declaró: “Con las historias que quedaron de lado la idea es hacer una segunda parte”.
En su visita al Instituto Crónica, el redactor de Diario Olé, Silvio Favale, presentó su primer libro llamado “Corta la bocha”. “El libro contiene cuentos cortos y en todos está presente la pelota aunque no siempre es protagonista”, expresó el autor sobre el nombre de su obra, ante la atenta mirada de los estudiantes.
Con el transcurso de la presentación el periodista se mostró distendido y con la energía propia de un autor que desea dar a conocer su obra. “Me gusta asistir a este tipo de presentaciones para decir que no es necesario que venga una editorial grande para escribir un libro, si nos proponemos llevar adelante nuestras ideas las podemos cumplir”, manifestó.
A pesar de estar satisfecho con su obra literaria, Silvio nunca tuvo como objetivo publicar un libro. Siempre que viajaba, él tenía como pasatiempo escribir cuentos y en un momento se dio cuenta que había sumado muchos y decidió "armar algo" con esos escritos para poder compartirlos. “La literatura es compartir”, aseguró.
El armado no fue fácil. “El libro lo hice a pulmón. No tiene una editorial atrás que me haya contratado. El editor lo tuve que buscar yo, hasta las fotos que aparecen adentro y la portada fueron tomadas por mí”, reveló. En su afán por seleccionar los cuentos que iban a ser parte del mismo encontró una complicación. “Me costó muchísimo dejar fuera algunas historias, sentía que las parí yo”, señaló. Igualmente para la alegría de sus lectores, el autor declaró: “Con las historias que quedaron de lado la idea es hacer una segunda parte”.
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