Por Hernán Feijoo
Vuelta 11 de la final en Olavarría, Domingo 13
de diciembre de 1998. La historia quedaba clavada en un instante, ese instante
en el que el Ford violeta con la publicidad de OCA avanzaba lento sobre el
tendido del autodromo Hnos Emiliozzi. Catalán Magni, acompañante, sostiene la
palanca de cambios que se había roto en el auto de Juan Maria Traverso, el
título 98 del TC era historia, o casi…
Guillermo Javier Ortelli llevaba casi un
lustro en el TC a sus 25 años. Había irrumpido en la escena teceista en 1994 al
ganar las 2hs de aquel año en el Oscar y Juan Gálvez al ser compañero de Fabián
Acuña. Atrás quedaban unas credenciales que garantizaban su futuro tras el paso
por la Fórmula Renault y el TC 2000. Ya corriendo a tiempo completo desde
finales de 1995, tuvo sus primeros estallidos en la temporada 1996, cuando se
lucio con el Falcon del Equipo de Sergio Trepat, ganando en 9 de Julio, en la
penúltima de aquel año en donde Traverso lograba el segundo de sus tres títulos
en línea con Chevrolet.. Ortelli ya tenía todo para llegar al olimpo de la
categoría, pero aun había tiempo.
Tras un irregular 1997, donde corrió su primer
año en Chevrolet, la campaña 98 lo encontraba con el número 11 en el Ranking.
El de Salto no había terminado bien el año, pero tenía esperanzas de revertir
ese sabor amargo.
Aquella temporada iniciaba nuevamente en la
costa bonaerense, pero ya no en el Triangulo del Tuyu, sino en el flamante
autódromo de Mar de Ajo. El flamante Rubén Luis Di Palma, mencionado
erróneamente al revés del piloto de Arrecifes, aún en actividad, iniciaba aquel
año que terminaría con la primera corona de las siete que posee actualmente el
de Salto.
Tan bueno fue aquel arranque en Mar de Ajo, el 8 de Febrero, que Ortelli se llevó aquella primera fecha, dominando y marcando el rumbo en la disputa con Emilio Satriano y con Rene Zanata que serian sus escoltas. Aquel primer episodio incluiría el aparatoso accidente del flamante Ford, con el que Juan Maria Traverso iniciaba un nuevo desafío, tras tres coronas consecutivas con Chevrolet. El ramallense recupera la unidad e inicia la pelea del título, logrando un segundo puesto en la cita de Balcarce, el 8 de Marzo de 1998, tercera de la temporada.
Tan bueno fue aquel arranque en Mar de Ajo, el 8 de Febrero, que Ortelli se llevó aquella primera fecha, dominando y marcando el rumbo en la disputa con Emilio Satriano y con Rene Zanata que serian sus escoltas. Aquel primer episodio incluiría el aparatoso accidente del flamante Ford, con el que Juan Maria Traverso iniciaba un nuevo desafío, tras tres coronas consecutivas con Chevrolet. El ramallense recupera la unidad e inicia la pelea del título, logrando un segundo puesto en la cita de Balcarce, el 8 de Marzo de 1998, tercera de la temporada.
Tras ganar en la apertura de Mar de Ajo, el 8
de Febrero de ese año, Ortelli no volvería a subir más al escalón más alto del
podio. La sucesión de podios sin embargo no le impedía sumar kilos, igual que
Traverso, quien ganaba en Río Cuarto y lograba otros resultados relevantes,
siempre jugando con su estrategia de no cargar kilos. Así y todo el ramallense
llegaba a la última en Olavarria con 150 kg de lastre.
Ortelli había logrado una campaña regular,
pero también lo hacían Emilio Satriano y Fabián Acuña. Trece ganadores en
dieciséis carreras explicaban la paridad del torneo. La definición del certamen
mostraba al de Salto como gran favorito, pero la historia no sería sencilla.
Fue un año particular para el TC. La salida
definitiva de la ruta lo ubicaba en los autódromos, mientras el público y el
rating televisivo la ponían en la cresta de la ola, junto al recambio
generacional que combinaba glorias como Traverso y Satriano, junto a la nueva
ola en la que Martínez y el mencionado Ortelli comenzaban a hacer ruido.
Fue el año de las emociones, donde Luis Rubén
Di Palma lograba su última victoria en el TC. con un Falcon y en Buenos Aires,
el 13 de Septiembre de 1998. Sería la última gran “locura” del inolvidable arrecifeño.
También fue la tragedia, el fin de semana del
primero de Agosto de 1998, cuando en Rafaela, el Dodge de Raul Petrich y Oscar
Lofeudo terminaba retorcido debajo del guarda raíl del viejo ovalo, terminando
con la vida de ambos protagonistas.
La recta final del torneo fue un Ortelli
regular, sumando buenos puntos y podios, pero también kilos. Tercero en Buenos Aires III,
segundo en Trelew y tercero en Paraná,afirmaban la condición de candidato.
Sin embargo la definición hacia llegar sólido
a Satriano, tanto que este largaba adelante. Sólo precisaba ganar y esperar que
Ortelli saliera más allá del puesto 15° en la final. El piloto de Chivilcoy, campeón 90 del TC, no
podía con el joven Guri Martinez, que con su Ford contrarrestaba el andar de la
Chevy del Obispo, quien terminaría segundo dicha carrera y a sólo una victoria
y 2,50 puntos del campeón.
Traverso, en tanto, como tantas veces iba al
ataque, pero como contábamos al inicio de esta crónica todo se hacía añicos en
la vuelta 11. La palanca de la caja de cambios quedaba en las manos del
tricampeón y sueño terminado. El flaco tendría revancha, pero ese Domingo
empezaba a ser de Ortelli.
El final era dramático. Ya sin Traverso y
Acuña en la pelea, Ortelli buscaba avanzar en el difícil y competitivo pelotón,
mientras que Satriano en vano veía como su chance de campeonato se desvanecía. Las estadísticas dirán que ese día Luis
Belloso con un Ford lograba su único triunfo en el TC, pero lo más importante
que un joven, que por entonces tenía 25 años, que había nacido un 25 de Abril
de 1973 en Salto, después de una década yendo desde el Karting, la Fórmula
Renault, el TC 2000 y finalmente el TC, inscribía su nombre en la lista de
campeones más ilustres del automovilismo nacional, junto con los Galvez, los
Fangio, los Emiliozzi, los Traverso, los Mouras y Castellano. Guillermo Ortelli
era su nombre y con el una nueva era del TC había iniciado. Ortelli campeón 1998, el inicio de una nueva
era en el Turismo Carretera
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