Por Emanuel Farías
Corría el
año 1997 en Mendoza, Godoy Cruz peleaba el campeonato y San Martín de Mendoza
estaba mal y con problemas de descenso. Llegando al final del torneo se volvía
a jugar el clásico cuyano, el primero lo ganó Godoy Cruz de visitante, por ende
este se jugaba en la cancha del Tomba.
Al tener
problemas de descenso, los jugadores del Chacarero deciden juntarse para poder buscar una solución al tema, así que
deciden llamar a Alejandro Pacheco, jugador del Tomba. Semana previa al
partido Alejandro recibe la llamada del arquero Cristian Corrales, que era
capitán de San Martín. En su llamada la dijo:” Alejandro tenemos que juntarnos
a hablar vos, Penayo y Fabián Basado, y yo voy con los hermanos Salvatierra”.
La propuesta fue aceptada así que en la semana previa al partido mantuvieron
una conversación, Alejandro argumentó: "Nos propusieron el empate ya que
nosotros estábamos clasificados para las finales y no nos definía nada el
resultado. Ellos necesitaban si o si los puntos para salvarse del
descenso". Solamente los jugadores más
grandes del Club sabían de este arreglo (por dinero) con San Martin, los
juveniles quedaron excluidos de este contrato que mantuvieron los jugadores de
ambas instituciones. En ese entonces quien dirigía a Godoy Cruz era Humberto
Grondona, que si bien no fue advertido del tema, sabía lo que estaba ocurriendo:
“Nosotros estamos todos los días con los jugadores, sabes cuándo te van para
atrás, cuando no quieren jugar, más cuando venís ganando todo y de repente no
llegas al arco".
Llego el día
del partido, todo trascurría tranquilo. Godoy Cruz no llego ni una vez al arco
de San Martin, todos sabían que el partido tenía que terminar en empate. Lo que
no sabían es que Humberto tenía en el banco a juveniles que no estaban
enterados de este contrato. Grondona manda a la cancha a un juvenil que jugaba
en la liga mendocina, el Turquito Zarif, era su primer
partido en el Nacional B:”Entre inspiradísimo, imagínate de jugar la liga, a
tener minutos en el Nacional. Quería hacer 20 goles, me acuerdo que me llamo la
atención como me insultaban los jugadores de San Martín, yo no lo podía
entender”. Lo que pasaba era que solo habían arreglado los más grandes, y Zarif
ingresó, y en la primera pelota que agarró, encaró y pateó desde afuera, el
arquero alcanzó a sacarla con suerte, y ya todos lo miraban mal. No obstante,
hay un centro y Zarif cabecea y la pelota dio en el travesaño, todos los
jugadores de San Martin fueron a increparlo, Alejandro Pacheco declaró: “Se le
fueron todos al humo, lo querían matar, entonces me acerco a Salvatierra y le
digo, para que no sabe nada, cualquier cosa quédate tranquilo, que si mete un
gol, te hago penal, despreocúpate”. Y también expresó:” En la semana los
sanjuaninos y salteños presentaron protestas por el partido, ellos estaban
peleando para no descender también, nosotros veníamos ganado todo con varios
goles por partido, ese día tuvimos las dos llegadas del Turquito”. El parido termino en empate y
San Martín pudo mantener la categoría.
Comentarios
Publicar un comentario