Por Carlos Álvarez
(Alumno de tercer año de Periodismo Deportivo)
(Alumno de tercer año de Periodismo Deportivo)
Desde hace 40 años, hay una estrategia que se cumple con rigurosidad y abarca a todos los gobiernos de turno. Cita mundialista mediante - bajo el paraguas del fervor que provoca-, tanto administraciones militares golpistas, como radicales, peronistas, de coalición o pseudo-progresistas, han coincidido en medidas impopulares a un costo político menor.
El primer mundial obtenido por Argentina, en 1978 de la mano de César Menotti, le sirvió a Jorge Videla para intentar ocultar los crímenes de la dictadura militar. Allí fue fundamental la prensa extranjera que visibilizó el reclamo de las Madres de Plaza de Mayo. Cuatro años más tarde, mientras caíamos en el debut ante Bélgica, el 14 de junio de 1982 los militares firmaban la rendición en la Guerra de las Malvinas.
Las dos caras de la moneda quedaron expuestas en la Casa Rosada: Raúl Alfonsín se hizo a un lado de la foto del festejo de Bilardo y Maradona con la segunda copa ganada en México 86; Carlos Menem se ubicó en el centro del balcón que recibió a los heroicos subcampeones del mundo de Italia 90.
Los gobiernos continuaron con “actos administrativos” en plena disputa de los mundiales: los “superpoderes” al ministro Juan Domingo Cavallo, la denuncia civil y penal a manifestantes contrarios a la pastera Botnia, el procesamiento a Amado Boudou y siguen los ejemplos.
De hecho, la gestión actual llevó al Congreso un tema central y de vital importancia para la sociedad: el proyecto para despenalizar el aborto (que ayer recibió media sanción y ahora pasará a la Cámara de Senadores). Sin embargo, tiene en carpeta macabras reformas laborales, bajo la ilusión que brille Lionel Messi y tape la inflación, el desempleo y la inseguridad reinante.
La estrategia se repite una y otra vez, cíclicamente, y no conoce de grietas a la hora de su aplicación. Está en el pueblo saber festejar logros deportivos y exponer al ejecutivo de turno, en sus resoluciones políticas desfavorables.
Muy buena nota.
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