Por Iván Cranstoun
-Así es.
-¿Cómo se organizaron?-Se había pactado a las dos de la madrugada que se cerraba la puerta con candado, para que no pueda entrar y salir nadie más. En el interior siempre había alumnos haciendo turnos, para que no estén toda la noche los mismos, mientras que otros se encargaban de revisar todas las mochilas para que no ingresaran objetos punzantes, alcohol o drogas. A las siete de la mañana del día siguiente se volvían a abrir las puertas del colegio.
-¿Tenían provisiones?-Traíamos cosas para comer y para tomar, porque no salíamos hasta las siete.
-¿Qué hacían durante las noches?-Debatíamos mucho sobre política, de distintas actividades, durante el día se fueron armando las clases publicas de los profesores que nos apoyaban y querían venir a enseñar. Después juntábamos plata para comprar cosas para limpiar el colegio.
Lucas es un alumno de quinto año que estudia en el
Nacional Buenos Aires. El estudiante nos contó sobre todo lo referido a la
toma del Colegio, las medidas que habitualmente emplean en este tipo de medidas y qué es lo que reclaman en la actualidad.
-¿Participaste en la última toma del colegio?-Así es.
-¿Cómo se organizaron?-Se había pactado a las dos de la madrugada que se cerraba la puerta con candado, para que no pueda entrar y salir nadie más. En el interior siempre había alumnos haciendo turnos, para que no estén toda la noche los mismos, mientras que otros se encargaban de revisar todas las mochilas para que no ingresaran objetos punzantes, alcohol o drogas. A las siete de la mañana del día siguiente se volvían a abrir las puertas del colegio.
-¿Tenían provisiones?-Traíamos cosas para comer y para tomar, porque no salíamos hasta las siete.
-¿Qué hacían durante las noches?-Debatíamos mucho sobre política, de distintas actividades, durante el día se fueron armando las clases publicas de los profesores que nos apoyaban y querían venir a enseñar. Después juntábamos plata para comprar cosas para limpiar el colegio.
Alumnos protestando en la puerta del colegio Nacional Buenos Aires. |
-¿Las decisiones las definían mediante asambleas?
-Todos los días, tipo cinco o seis de la tarde había una asamblea en el claustro central, pasaban los oradores que decían sus posturas y después se decidía si se seguía o no la medida de fuerza.
-¿Tienen pensado realizar alguna marcha para seguir con esta protesta?
-El viernes 16 de septiembre fue el 41° aniversario de la “Noche de los Lápices”, marchamos, ahí se levantó la toma y hoy hay asambleas para debatir el cómo va a seguir la lucha.
-¿Cómo se manejan con los alumnos que se oponen?-Había gente que estaba en contra de la toma y pasaban las asambleas para decir su postura. Hay muchos que tuvieron problemas con el tema de la toma, que estaban en contra, por las amenazas recibidas por el rector. Nosotros teníamos con él acuerdos por los viajes de egresados y los viajes de Tilcara, que no iban a pasar las faltas durante una fecha que él nos iba a marcar. Pero desde el primer día de la toma dijo que si se tomaba el colegio el acuerdo se caía, por lo cual nos íbamos a comer entre siete y ocho faltas y había muchos alumnos que se quedaban libres. Entonces puso a varios en la posición de te quedás libre de faltas o perdés treinta mil pesos, que fue lo pagado por el viaje de egresados. Al ver que eso no funcionó, después nos amenazó con sacarnos excursiones y de ponernos las faltas por los días de toma si no la levantábamos el día que él quería. Al final no se acordó nada y se termino levantando el viernes.
-¿Qué reclaman para levantar la toma?-Por lo menos que la señorita Acuña, que fue una de las principales que quiere meter la reforma educativa, nos de bola y este con la intención de querer hablar con nosotros, también dijo que no iba a hablar con nadie que tiene un colegio tomado y nos echó en las marchas. Luego se planteó el tema de que llegue un acuerdo por escrito del rector de todo el tema de las faltas de que no las haga porque muchos se van a quedar libres.
-Todos los días, tipo cinco o seis de la tarde había una asamblea en el claustro central, pasaban los oradores que decían sus posturas y después se decidía si se seguía o no la medida de fuerza.
-¿Tienen pensado realizar alguna marcha para seguir con esta protesta?
-El viernes 16 de septiembre fue el 41° aniversario de la “Noche de los Lápices”, marchamos, ahí se levantó la toma y hoy hay asambleas para debatir el cómo va a seguir la lucha.
-¿Cómo se manejan con los alumnos que se oponen?-Había gente que estaba en contra de la toma y pasaban las asambleas para decir su postura. Hay muchos que tuvieron problemas con el tema de la toma, que estaban en contra, por las amenazas recibidas por el rector. Nosotros teníamos con él acuerdos por los viajes de egresados y los viajes de Tilcara, que no iban a pasar las faltas durante una fecha que él nos iba a marcar. Pero desde el primer día de la toma dijo que si se tomaba el colegio el acuerdo se caía, por lo cual nos íbamos a comer entre siete y ocho faltas y había muchos alumnos que se quedaban libres. Entonces puso a varios en la posición de te quedás libre de faltas o perdés treinta mil pesos, que fue lo pagado por el viaje de egresados. Al ver que eso no funcionó, después nos amenazó con sacarnos excursiones y de ponernos las faltas por los días de toma si no la levantábamos el día que él quería. Al final no se acordó nada y se termino levantando el viernes.
-¿Qué reclaman para levantar la toma?-Por lo menos que la señorita Acuña, que fue una de las principales que quiere meter la reforma educativa, nos de bola y este con la intención de querer hablar con nosotros, también dijo que no iba a hablar con nadie que tiene un colegio tomado y nos echó en las marchas. Luego se planteó el tema de que llegue un acuerdo por escrito del rector de todo el tema de las faltas de que no las haga porque muchos se van a quedar libres.
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