"NO SOY UN MAESTRO"

Norberto "el Muñeco" Madurga junto a Federico Lioi. 
Norberto "el Muñeco" Madurga y Daniel Rodríguez. 
Norberto Rubén Madurga, el popular “Muñeco”, nació el 29 de diciembre de 1944 en Buenos Aires, Argentina. Ídolo. Volante Derecho y Central. Ganó tres títulos (Nacionales 1969 y 1970, Copa Argentina 1969) con Boca Juniors. Jugó 11 encuentros en la Selección Argentina y marcó tres goles. Debutó el 4 de marzo de 1970 ante Brasil (2-0). Llegó desde el Club Atlético Atlanta, gracias a Bernardo Gandulla. “El Nano sí fue un maestro, mi gran maestro”. Fue tal la repercusión que tuvo como figura del fútbol, que su casamiento en 1970 fue televisado. Jugó en Atlanta (en la reserva), Boca, Palmeiras y Cerro de Montevideo.
Nos recibe en las instalaciones de Boca en Casa Amarilla con su sonrisa habitual a sus juveniles (71) años. Amable, cordial, afable, ídolo al fin.
Al ser consultado sobre cuál es específicamente su trabajo hoy, el Muñeco mira por entre las puertas corredizas hacia al comedor repleto de adolescentes y preadolescentes provenientes de todas partes del país, y se le ilumina la cara…
"Mi trabajo es ver a los chicos. Uno con los años ha tomado cierta experiencia para ver la condición técnica. Un chico se distingue de otro por esa condición; a eso le tenés que sumar lo físico, la velocidad, la agresividad bien entendida y fundamental el temperamento, y después Dios y el tiempo dirán. No soy mago, sólo muñeco… (Risa cómplice) No cualquiera juega en Boca. De hecho, en primera, vez que un jugador con años de trayectoria llega a Boca y no funciona…imaginen a un chico del interior".
-¿Al jugador de primera de hoy le falta más conocimientos técnicos y tácticos?
-Claramente; y la culpa no es de los jugadores sino que ha sido de los profesores. Los formadores están en franca desaparición. Hoy los resultados mandan, y sacar jugadores como todos querríamos ver ha quedado en segundo plano. Se han perdido muchas cosas en la sociedad; no hay potreros, no hay clubes de barrio. Hay videojuegos y celulares inteligentes. Nosotros nos pasábamos jugando todo el día con la “pulpo” de goma y cuando se pinchaba nos moríamos. Vivíamos para jugar al fútbol, otra cosa no teníamos. Hoy esto se está perdiendo por la evolución de la sociedad.
“Nano” Gandulla vio en él el talento que otros no vieron. “Fui a probarme a un club grande, llegué con el telegrama y el bolsito, me ve el técnico y me pregunta de qué juego, me mira y me dice ¿‘Con ese físico te venís a probar’? Sufrí una desilusión… ¿Cómo me va a decir eso? Me costó mucho volver a creer y querer jugar al fútbol, hasta que apareció el 'Nano'”
-Gandulla fue tu padre futbolístico y de tantos más…
-Ratín, Rojitas, Pianetti, Novelo, Ferrero, Potente…y me olvido seguramente de muchos otros…un formador de verdad, un amigo, un maestro. Yo no soy un maestro, sólo un cazador de talentos, y talento hay de sobra a pesar de todo. En Boca estoy con esto hace seis años, y nos está yendo muy bien, con los objetivos al alcance de la mano
Asimismo, al llegar el turno de hablar del presente del equipo de Rodolfo Arruabarrena y de la llegada de Tevez, se acomoda en el cómodo sillón, se toma el tiempo para pensar “Boca tiene hoy un plantel bárbaro. Por ahí le está faltando un referente; no uno que pegue o proteste, un referente que juegue y contagie. Tevez puede serlo. No vamos a discutir a Carlitos, uno de los grandes de Boca ya de toda la historia. Pero antes había tres o cuatro jugadores como él en el plantel; eso hoy también se ha perdido”.
-Carlitos Tevez van a seguir saliendo.
-Siempre va ha haber otros Tevez. En todas las épocas. Sólo hay que verlos y darles la oportunidad. Y la oportunidad de estudiar, porque el fútbol se acaba rápido, y nadie sabe siquiera si vas a llegar. En cambio el estudio te mantendrá toda la vida. En eso trabajamos. No todo es fútbol, no sólo es fútbol, ni siquiera es lo fundamental. Es el juego o el vínculo para alejarlos de la droga, de la calle y del analfabetismo.


Madurga charla con los chicos durante una prueba en el complejo de Casa Amarilla. La cancha es de pasto artificial.

Daniel Rodríguez y Federico Lioi



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