OPINION: UN DILEMA BAJO TIERRA

Una moda que se repite durante años. Por un lado, dos sindicatos que pugnan por sus intereses. Por el otro, los usuarios rehenes de un conflicto que no llega a un acuerdo.  Sin dudas que cada vez que el subte porteño se paraliza, (ya sea por problemas gremiales o desperfectos técnicos) los cuantiosos y cansados pasajeros ya lo toman como algo normal. 
El subte de Buenos Aires posee dos gremios, la UTA y AGTSYP (Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro) ambos se disputan, cuestiones económicas, políticas y sindicales. Otro tema es el estado de los trenes. Algunas veces, el servicio presenta demoras o cancelaciones, debido a su bajo mantenimiento. Su promedio de antigüedad, es de 45 años.  Y, la unidad  con mayor son los Simiens, que circulan en la línea H.
Gente molesta, gremios enfrentados, malestar. Y un problema que perdura en el tiempo. Sin una solución que alivie a las dos partes. ¿Hasta cuándo?

Lucas Alzogaray

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