Hace 7 meses al conocer a los rivales que enfrentó Argentina en la fase de grupos, todo el país se puso feliz. Imaginamos tres partidos fáciles y con posibles goleadas. La jerarquía de los jugadores argentinos invitan a soñar con un juego repleto de goles y lujos.
La realidad marcó otra cosa. La selección no jugó como se esperaba en ningún partido. Sufrió y dependió de Messi para marcar la mayoría de sus goles. Es el diez argentino la llave del gran sueño mundialista. Convirtió 3 de los 5 goles nacionales en el torneo. Si bien su performance no fue la mejor y por momentos se aisló de los partidos fue determinante con sus apariciones.
Leo necesita del equipo pero este no aparece. Ninguno de sus compañeros pudo alcanzar hasta ahora su mejor nivel y se volvieron cada vez más Messi-dependientes. Tanto Agüero como Higuain se notan deslucidos, lentos, con poca movilidad y efectividad goleadora. Defensivamente se encuentran errores graves y poca seguridad a la hora de marcar con atención al rival. Además por momentos son muy pocos los hombres para defender.
Sin dudasla “Pulga” , ya sea por sus esporádicas pero efectivas apariciones invita a creer en él y en su equipo. Es el capitán del equipo, goleador del torneo y el jugador más determinante del mundo. Puede ser su mundial y cumplir el gran sueño, ganarlo.
Nicolás Musa