No hay selección que haya ganado un título mundial que no sea considerado candidato de cara al próximo campeonato en Brasil. Sin embargo la selección inglesa siempre es considerada mucho más de lo que puede desplegar en el campo.
El seleccionado británico sólo ha ganado un título mundial -Inglaterra 1966-. Disputado en su tierra, el trofeo quedó en manos de los locales tras vencer en la final a Alemania Federal en un encuentro más que polémico, al convalidar el gol -remate de Moore que dio en el travesaño y no ingresó-.
Luego de eso, Inglaterra llegó sólo dos veces a semifinales –mencionado campeonato en 1966 e Italia 1990 donde terminó cuarto-. Después apareció en cuartos de final en seis ocasiones, que es la instancia en que más cayó.
No se ve en el horizonte un conjunto que aplaste a los rivales más allá de terminar en el primer lugar en la zona de clasificación donde superó a Ucrania por sólo un punto.
Si bien el equipo tiene un engranaje considerable, no está en las cuatro primeras opciones de la gente cuando se le consulta sobe los candidatos.
Tendrá mucha menos estrellas que en anteriores ediciones -Hodgson confía en la capacidad de Rooney y el despliegue de Lampard y Gerrard-. Ya sin su niño bonito, David Beckham, la gente toma partida por esos tres, sin tener más emblemas. Jugadores como Wellbeck, Milner o Townsend no son considerados salvadores por ser de un nivel mucho menor.
Una selección que muy pocas veces fue protagonista y ahora, a poco del desembarco en Brasil, no es un serio candidato. En la jerga se lo consideraría la mentira de los grandes, aquí sigue siendo la rosa sin espina.
Andrés Díaz