Por Camila Molina
Corría el año 1995 y la Selección, en el ámbito del fútbol, venía de la dura eliminación de la selección mayor en el Mundial de Estados Unidos, que dejó marcado a todos los argentinos al ver cómo se llevaban al histórico 10, Diego Maradona, en pleno partido al darle positivo en el examen anti dóping. En 1991 se había dado la suspensión por mala conducta impuesta por FIFA a los seleccionados juveniles albicelestes. Eso causo que no pudieran participar de los últimos campeonatos sudamericanos y el Mundial. Pero todo cambió el 28 de abril de 1995. Ese día la Sub 20 se coronaba campeón del mundo en Qatar, luego de haber vencido a su eterno rival Brasil 2 a 0 en el Estadio Khalifa International de la ciudad de Doha.
“Nadie pensaba que íbamos a lograr algo”, comenta Sebastián Pena, uno de los integrantes del equipo argentino, a 25 años de este inolvidable triunfo para el país. El albiceleste le había tocado en un grupo de la muerte, se encontraban do grandes potencias para enfrentar: Portugal y Holanda.
Corría el año 1995 y la Selección, en el ámbito del fútbol, venía de la dura eliminación de la selección mayor en el Mundial de Estados Unidos, que dejó marcado a todos los argentinos al ver cómo se llevaban al histórico 10, Diego Maradona, en pleno partido al darle positivo en el examen anti dóping. En 1991 se había dado la suspensión por mala conducta impuesta por FIFA a los seleccionados juveniles albicelestes. Eso causo que no pudieran participar de los últimos campeonatos sudamericanos y el Mundial. Pero todo cambió el 28 de abril de 1995. Ese día la Sub 20 se coronaba campeón del mundo en Qatar, luego de haber vencido a su eterno rival Brasil 2 a 0 en el Estadio Khalifa International de la ciudad de Doha.
“Nadie pensaba que íbamos a lograr algo”, comenta Sebastián Pena, uno de los integrantes del equipo argentino, a 25 años de este inolvidable triunfo para el país. El albiceleste le había tocado en un grupo de la muerte, se encontraban do grandes potencias para enfrentar: Portugal y Holanda.
Los 11 elegidos para la mayoría de los enfrentamientos
fueron: Joaquín
Irigoytía; Gustavo Lombardi, Pena, Juan Pablo Sorín y Federico Domínguez,
Mariano Juan, Guillermo Larrosa, Walter Coyete, Ariel Ibagaza; Francisco "Panchito"
Guerrero y Leonardo Biagini. Y completaban el equipo: Gastón Pezzutti; Diego Crosa, Cristian Fabián Díaz,
Julio César Bayón, Christian Chaparro, Germán Arangio y Andrés Garrone.
El seleccionado argentino estaba a cargo de José
Pekerman, que había sido designado en septiembre del año anterior y fue
ampliamente criticado como director técnico. Pero, este iba a dejarlos con la
boca abierta ya que sorprendió a todos en su desempeño como DT en este mundial
tan complicado y sin esperanzas de ganar. El primer partido fue contra Holanda,
al que Argentina se le impuso y en el final Garrone marca el ansiado gol; luego
cayó ante Portugal por 1 a 0 y la ultima disputa de la fase de grupo fue contra
Honduras al que derrotó 4 a 2, con tantos de Ibagaza y Pena.
Pekerman no había quedado conforme de la espectacular
actuación de su equipo por lo que decidió llamar una reunión entre todos para
charlar como deberían actuar en la próxima parte del campeonato. Comenzó la
etapa decisiva, Argentina enfrentó en cuartos de final a Camerún y logró pasar
a la semifinal ganándole 2 a 0 con goles de Guerrero y Coyette en el primer
tiempo. En semis se combatió a duelo con la candidata, España, pero el equipo
de Pekerman no iba a renunciar al sueño y goleó 3 a 0 al europeo gracias a los
tantos marcados por Biagini, Coyette y Chaparro.
Brasil y Argentina, el clásico de América, ambos
buscando la gloria. El partido inicio con un gol a favor de la albiceleste,
realizado por Biagini que tuvo que dejar el campo de juego a minutos de
terminar la gran final y fue una suerte para la Selección. En su lugar entró
Guerrero para otorgarle el título a su país, definió en el arco y puso el
marcador 2 a 0. "Fue un Mundial soñado”, recuerda con emoción "Tomatito" Pena.
Comentarios
Publicar un comentario