Por Cristian García
El 13 de junio de 1999 Platense no pudo mantener la categoría: perdió por goleada contra River en Vicente López.
Se terminaba el siglo XX. En el 99 Bielsa toma el mando de la selección argentina, el comienzo del fin del uno a uno y también el inicio del Boca dominante. El 13 de junio, aquel fatídico día para la gente del Calamar, el equipo disputaba un partido clave para mantenerse en Primera. Una de las tantas ya que venía salvándose desde 1977 del descenso. Platense se enfrentaba ante el River de Ramón Diaz, con jóvenes jugadores de gran futuro de aquel entonces. La peleó, pero no pudo ante un joven “Conejito” Saviola, quien anotó un doblete, y Cristian Castillo, quien también se anotó en marcador. Esos goles y una varias flojas campañas mandaron a la B a uno de los primeros equipos del fútbol argentino. Ese 3 a 0 fue definitivo, con un cierre de campeonato en el que Boca salió campeón en el comienzo de la era Bianchi.
Spontón, el ídolo del Calamar salía llorando del estadio mientras era consolado por jugadores de River e integrantes de la hinchada de Platense. Otros protagonistas hablaron sobre aquel partido. David Trezeguet, unos de los que lo presenció, dijo: "Te resumo el ascenso en 22 años. Nos fuimos y dijimos volvemos inmediatamente, pero de repente se van 15 jugadores y vienen otros 15, empiezan los cambios de plantel, las deudas, los dirigentes se cansan, aparece la barra, el club entra en convocatoria o crisis terminal, todo pasó hasta que se trato de ordenar el club y en 2017 se empezó a estructurar, ordenándolo para que crezca en distintas disciplinas, trabajando sobre inferiores y en el futuro de un equipo. Cuando eso pasa a la larga o la corta los resultados llegan. Si no subíamos el domingo subíamos rápido igual, estoy seguro. Primero hay que estar ordenado, preparado y plantado y después llega lo deportivo. Esta el ejemplo de Lanús, Vélez y otros equipos: hay que esperar, pero primero hay que organizar".
Después de 22 años, el Calamar volvió a Primera. Lo logró tras ganarle a
Estudiantes de Río Cuarto en penales. Oliviera llevó a Platense de nuevo al fútbol grande. El arquero es claramente el ídolo contemporáneo. Spontón, también tuvo su descargo, y expresó: "Necesitaba que Platense vuelva a Primera. Esta necesidad
la exprese y la sentía porque integre el plantel de Platense en Primera y
luchamos para no descender pero pasó y en mi caso, nacido e hincha y habiendo
vivido grades momentos, necesitaba que Platense vuelva para tener la
tranquilidad de saber que esa herida se cerró y que el club está de nuevo en la
categoría. El dolor duro muchos años, sabia que iba a llegar".
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