Por Javier Felice (alumno de segundo año de Periodismo Deportivo)
Para el capitán argentino sin dudas esta Copa América, es una cuestión personal y el repentino cambio de sede a Brasil, le suma un condimento más a este desafío, recordemos las duras declaraciones hacia la Conmebol, que le valieron al astro argentino una sanción disciplinaria, en la última copa realizada en tierras cariocas. Tras la derrota contra los brasileros, en la semifinal, el 10 decía: “Se cansaron de cobrar boludeces toda la copa y no fueron nunca al VAR. Al mínimo contacto, era falta para ellos. Ojalá la Conmebol haga algo con estos arbitrajes. Dejamos todo y nos inclinó la cancha. Pero no creo que hagan nada, maneja todo Brasil".
El máximo torneo de selecciones en Sudamérica es una obsesión para la escuadra argentina y Leo tenía apenas seis años cuando la albiceleste levantaba por última vez el trofeo de campeón en el año 1993 en Ecuador, aquel equipo de Basile le ganaba en la final a México.
Hay un grupo nuevo con muchos jugadores jóvenes y eso al 10 le gusta, se siente cómodo en el papel de capitán y voz de mando, al no estar Mascherano, toda esa responsabilidad cae sobre él y eso lo incentiva más todavía, basta con recordar que pidió no jugar el último partido de la liga española, el 22 de mayo último contra el Eibar, para estar más descansado para los dos encuentros de Eliminatorias y la Copa.
Messi no quiere más fotos de derrotado con la celeste y blanca, esto se puede apreciar en el mensaje que quiso dejar declarando lo siguiente: “En la última Copa América dejamos una buena imagen, pero no podemos quedarnos con eso. Hay que seguir creciendo”. Ser campeón con la Argentina es la motivación del rosarino y después de tantas malas esta copa América en Brasil puede ser una gran oportunidad de ser los mejores del continente.
Comentarios
Publicar un comentario