Por Javier García Lezama
De los tres sondeados, uno está descartado:
Jonathan Calleri. El joven de 25 años pretende seguir jugando en Europa. De los dos restantes, el más
accesible para el Xeneize es el que ya vistió la azul y amarilla: Mauro Boselli,
de 34 años, que alterna titularidad en el Corinthians. Cabe recordar que Mauro
no se fue de Boca por bajo rendimiento, todo lo contrario. El único obstáculo que
tuvo fue que el titular en ese momento era un tal Palermo. Tiene
experiencia y sabe lo que es ser campeón con esta camiseta (Copa Sudamericana
2004 y Copa Libertadores 2007). Terminar su carrera en el lugar que lo vio
nacer sería la frutilla del postre. Guido Carrillo no es imposible para la
dirigencia ya que no será tenido en cuenta en el Southampton, club dueño del
pase. La temporada pasada jugó, a préstamo, en el Leganés español que busca
renovar el vínculo. Si bien terminó como titular, solamente convirtió 6 goles en
33 partidos ¿No es poco sabiendo el enorme promedio que deja el “Pipa” y las
urgencias que tiene Boca?
Confirmada la partida de Darío Benedetto, el
mejor promedio de gol (0,60 por partido) post era Martín Palermo, al Olympique de
Marsella francés, ¿Boca debe conformarse con lo que tiene o debe salir a buscar
urgente un 9? A la espera de lograr la titularidad están Ramón Ábila y el recientemente contratado, Jan
Hurtado, venezolano de 19 años que llegó desde Gimnasia. En
el radar de Alfaro existen tres nombres que le quitan el sueño: Mauro Boselli,
Guido Carrillo y Jonathan Calleri.
En el caso de que el Xeneize no llegue a
concretar un reemplazante, “Wanchope” y Hurtado están en la lucha por un lugar.
Las veces que al cordobés le tocó ingresar, cumplió. Si bien no tuvo
actuaciones descollantes, se ganó el corazón del hincha de Boca a costa de
sacrificio y, lógicamente, goles. Hurtado es una apuesta de la dirigencia. Hizo
un buen torneo en el Lobo y varios clubes europeos pusieron los ojos en él.
Pero tiene solamente 19 años. Sabiendo que en unos días Boca enfrentará al
Paranaense por los octavos de la Copa Libertadores, el 9 debe ser alguien “que se ponga la camiseta
y juegue”.
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